Cuando se estudian los acuerdos comerciales regionales, entre otras cosas, se analiza mucho el efecto de creación de comercio y el de desviación de comercio. El primero mejora el bienestar del país firmanete, y el segundo lo empeora. Pero no solemos prestar mucha atención a qué sucede con el país que se queda fuera del nuevo acuerdo regional y que previamente sí que exportaba bienes a los países signatarios. Pierden. y a veces mucho. Por ejemplo, cuando la UE y Corea pusieron en marcha su acuerdo de libre comecio, ¿qué pasó con Japón? Aquí hay un breve comentario.
Esto hace que los países puedan estar interesados en firmar acuerdos comerciales regionales por otro motivo: más que la propias ganancias derivadas del acuerdo, el nuevo acuerdo regional puede servir como medida compensatoria ante las pérdidas generadas por los acuerdos que han firmado otros países. Esta es la hipótesis que analizan Richard Baldwin y Dany Jaimovich, en un artículo que acaba de salir que parece corroborar que esta idea de un acuerdo regional "defensivo" en relación a otros previamente firmados, sería un motivo cierto. Lo asemejan a un "efecto dominó".
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