miércoles, 22 de mayo de 2013

La complejidad de importar libros en Venezuela

El País nos da un buen ejemplo, que además corresponde a un libro que parece polémico:

Parte de ese pasado está en el reciente libro del periodista venezolano Roger Santodomingo, De verde a Maduro (Debate), una biografía no autorizada del jefe de Estado que aún no está a la venta en Venezuela. Su autor lo atribuye a “decisiones administrativas”. “Al libro lo está afectando el desorden del Gobierno, que no entrega de forma oportuna las divisas a los importadores”, explica el autor.
El estricto control de cambios de este país ha liquidado la posibilidad de repatriar a tiempo las utilidades que las compañías transnacionales como Random House Mondadori, propietaria de Debate, generan en Venezuela, así como de fijar precios de venta al público a los libros importados. Para finales de abril Cadivi, el órgano estatal que administra los pagos en divisas extranjeras, no había cancelado la deuda acumulada con el sector editorial desde mediados de 2012, que ascendía a 10 millones de dólares acuerdo con los cálculos de Iván Diéguez, presidente de la Cámara Venezolana del Libro. El retardo en la entrega de la moneda estadounidense fue la causa de la falta de novedades literarias extranjeras en el pasado festival.

Cuando el Gobierno de Hugo Chávez comenzó a exigir a las editoriales que querían importar textos un Certificado de No Producción Nacional para otorgar divisas al cambio oficial, cuya tramitación no tarda menos de un mes, Venezuela dejó de lanzar novedades en simultáneo con otros países de la región. “¿Qué precio se le puede poner a mi biografía si la editorial desconoce a qué precio le van a liquidar los dólares que utilizó para importar?”, se pregunta el periodista. En el extranjero su texto costaría 20 dólares. Si se vendiera al precio controlado de la moneda local -6.30 bolívares por dólar- no pasaría de los 130 bolívares. Al valor del dólar en el mercado negro –bolívares 30 por dólar- llegaría a 600. “Sería impagable”, reconoce el autor.

Es posible, no obstante, que en las próximas semanas la biografía del presidente pueda estar en las librerías locales. Un milagro lo ha hecho posible: el acercamiento del Gobierno al sector privado -que según el ministro Nelson Merentes representa el 70% del motor de la economía nacional- y el compromiso de pagar el 88,45% de la deuda acumulada con el sector. Los agremiados a la Cámara Venezolana del Libro –editoriales, librerías y distribuidoras- han comenzado a recibir pagos atrasados, dice Diéguez. Random House Mondadori está entre las beneficiadas, según Víctor García, representante del grupo en Venezuela.


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