No sólo los movimientos de personas de la zona afectada por el ébola se han visto reducidos en los últimos meses. También los movimientos de mercancías, lo que está generando otro efecto negativo adicional sobre los países en los que el ébola está acabando con la vida de muchas personas. Como nos indica
Puentes, entre estos posibles efectos negativos adicionales está:
La principal temporada de cosecha para cultivos clave como el maíz, la yuca y el arroz está prevista para algunas semanas más. No obstante, las propias restricciones al movimiento de personas han reducido la mano de obra en las granjas, por lo que podría evidenciarse un serio impacto a la producción de cereales.
De acuerdo a la FAO, el cierre y aislamiento de algunos pasos y áreas fronterizos entre estos países ha resultado en una escasez de suministros y en el alza de los precios de los alimentos. De hecho, la yuca de Liberia incrementó su valor en un 150% solo en las dos primeras semanas de agosto.
Por otra parte, los tres países mencionados son importadores netos, por lo que la reciente depreciación de sus monedas podría desarrollar una presión inflacionaria en los precios domésticos de los alimentos, particularmente en Sierra Leona y Liberia donde las tasas de cambio son más volátiles y el consumo de alimentos depende fuertemente de la importación de cereales.
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