Peter Egger y Maritn Gassebner acaban de publicar un artículo en el que estudian la cuestión de si un ataque terrorista en un país tiene repercusiones sobre sus flujos de comercio internacional. Hay cierta evidencia de que sí lo hacen pero estos autores muestran resultados que indicarían que no habría efecto en el corto plazo, pero sí a medio plazo. También es lógico el resultado: si ya has previsto una exportación o importación, en el corto plazo no cambias de decisión (por ejemplo, por los costes que implica buscar y encontrar una alternativa). Pero otra cosa es el medio plazo.
En cualquier caso, los autores no analizan si un ataque terrorista de un grupo del país X que afecte a ciudadanos del país Y afecta a los flujos bilaterales entre X e Y. Pero sí dejan ver que en la actualidad los ataque terroristas son más bien de pequeña escala (por ejemplo, lo que ayer pasó en Sydney), y esto limita la incidencia en los flujos comerciales entre países. Vamos, que entre los efectos del terrorismo tampoco tendría mucho sentido hablar de efectos sobre el comercio internacional. Esto me recuerda a los tiempos crudos de asesinatos de ETA en los que desde otras Comunidades Autónomas se pedía el boicot a los productos de origen vasco. ¿Tuvo efectos el terrorismo de ETA sobre los flujos comerciales con otras Comunidades Autónomas? No conozco trabajos que hayan abordado esta cuestión.
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