Hablaba
hace unas semanas de que China parece que está orientando su moneda, el remimbi, para que ocupe un cierto lugar en el contexto mundial como divisa de reserva. Ahora acaba de publicar Jeffrey Frankel, de la Universidad de Harvard, un
documento de trabajo en el que aborda este tema desde una perspectiva histórica.
Frankel estudia cómo varias monedas (especialmente estas tres: dólar estadounidense, marco alemán y yen japonés) llegaron a ser monedas de reserva internacional muy aceptadas en un periodo corto de tiempo. Y concluye que para que eso tuviera lugar se debían cumplir 3 requisitos:
- Que el país que esté detrás de la divisa sea un país grande.
- Que exista confianza mundial en esa divisa.
- Que esa moneda tenga en su país un sistema financiero muy desarrollado.
Frankel concluye que, aunque para el caso de China parece que se cumplen los dos primeros requisitos, no se cumpliría el tercero. Y añade que tampoco parece que vaya a tener en los próximos años un gran desarrollo en su sistema financiero.
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