Un curioso caso de empresa que "produce" una de las especies más codiciadas de atún: el atún rojo. 
Aquí está el artículo completo, de donde saco algunos párrafos:
El de Balfegó es un negocio innovador por lo sencillo. La empresa con
 sede en Ametlla de Mar, en Tarragona, pesca atunes rojos cada año entre
 el 16 de mayo y el 14 de junio, el periodo de pesca legal, y los empuja
 desde mar adentro hacia sus granjas marinas situadas a algunos 
kilómetros de esta costa mediterránea. Ahí arranca el valor añadido de 
esta firma respecto a otras que se dedican a lo mismo: ofrecer atún rojo
 fresco los doce meses del año gracias a que mantienen a los atunes 
vivos en enormes piscinas marinas donde estos animales gigantes engordan
 y recuperan la grasa que han perdido durante el periodo de desove a su 
llegada a las cálidas aguas mediterráneas.
Esa grasa es la llave que les abrió el mercado gastronómico japonés 
por el sabor que aporta al sushi. La compañía desembarcó en el país 
nipón en los noventa y sigue allí presente.
Los lunes, día de descanso para los restauradores, Balfegó organiza 
para ellos salidas a sus granjas en Ametlla de Mar y les enseña en 
directo los pormenores de la pesca del atún, que concluye con una 
degustación.
A Balfegó también se le ocurrió teñir de turístico su negocio. En 
mayo dio el pistoletazo de salida al Tuna Tour, un viaje en un catamarán
 fletado por la empresa para acompañar a los turistas hasta las granjas 
de atún. Los más atrevidos incluso pueden bañarse en las piscinas de 35 
metros de diámetro donde los atunes dan vueltas hasta que les llega el 
sacrificio. Una carrera de natación en mar abierto cierra el broche 
turístico para despertar la curiosidad sobre su negocio.
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