Hace ya tiempo que Paul Krugman (y otros cuantos economistas americanos y, sobre todo, británicos) está poniendo como ejemplo de la crisis a España. El tema se reduce a que sin una moneda propia (tenemos el euro), sin capacidad para fijar tipos de interés (los fija el Banco Central Europeo), y con una población reacia a la movilidad geográfica por motivos de trabajo, el ajuste por la crisis es difícil y se prevé muy duro.
Ayer abordaba Krugman el tema de la moneda propia. La cuestión que algunos (pocos) se hacen es si no sería bueno que España saliera del euro, y retomara la peseta. Y resume brevemente algunos pros y contras por abandonar, digamos, el euro. Aquí van:
- Pro: Si tienes tu propia moneda, puedes hacer ajustes en precios y salarios más fácilmente (por ejemplo, con devaluaciones o revaluaciones respecto a las monedas de otros países).
- Contra: Si tienes muchos lazos comerciales con otros países, el tener que usar varias monedas encarece las transacciones, lo que reduce la competitividad de los productos propios y aumenta la incertidumbre de las empresas porque surge la incógnita de cómo evolucionarán los tipos de cambio.
Lo que Krugman creo que viene a indicar es que tiene sentido que España tenga una moneda común con sus socios comerciales de la UE, dado el volumen de comercio que tiene con ellos. Pero que hay dos hechos, (1) el que no haya movilidad de trabajadores dentro de Europa, y (2) que cada país tenga su régimen fiscal diferenciado, que reducen mucho el margen de maniobra de España ante la crisis. Conclusión: Por esta parte de la península ibérica tenemos un problema. No hay más ver el paro y sus previsiones.
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