miércoles, 1 de junio de 2011

Tener una divisa fuerte

Vía Mankiw. Este artículo de Christina Romer en el New York Times es una excelente explicación sobre los tipos de cambio para alquien que está empezando a estudiar el tema. Responde a la cuestión de si es bueno que nuestra moneda sea fuerte en relación a otras monedas. Respuesta breve: Depende. Y pone muchos y buenos ejemplos:
  • Si los empresarios de la zona euro (adapto a euros lo que ella indica en dólares) elaboran productos muy atractivos para los extranjeros, aumentará la demanda de euros. Los compradores extranjeros querrán tener euros para adquirir esos bienes. Y eso aumentará la cotización del euro, que se hará una moneda fuerte. Y que los extranjeros aumenten la demanda de nuestros productos es positivo para los europeos.
  • Si los europeos tuviésemos un enorme déficit público, tendríamos que financiarlo captando capitales de fuera y para ello hay que ofrecer tipos de interés altos. Los extranjeros comprarían nuestros bonos de alta rentabilidad por intereses y para ello necesitarían euros. Ese aumento de la demanda, nuevamente, hará nuestra moneda fuerte. Pero ese endeudamiento a altos tipos de interés es claramente negativo para Europa. 
Y otros varios ejemplos que pone Romer con el dólar (o euro) débil que puede ser bueno o malo. Y finaliza con la curiosidad de que los políticos estadounidenses en este tema son un poco incongruentes: piden un dólar fuerte, pero quieren con China un dólar débil. ¿En qué quedamos?

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