La disyuntiva a que se enfrentan quienes asesoran a los regímenes autoritarios es similar al viejo problema de la filosofía moral conocido como el dilema de “las manos sucias”. Un terrorista tiene secuestrado a un grupo de personas y pide agua y alimentos para todos. Uno puede negarse con el argumento de que nunca negociará con un terrorista. Pero si lo hace, habrá desaprovechado una oportunidad para ayudar a los rehenes. La mayoría de los filósofos moralistas dirá que en este caso lo correcto es ayudar a los rehenes, aun si de esa forma también se ayuda al terrorista.Este me resulta un tema interesante y para pensar.
jueves, 14 de abril de 2011
Asesorar a un dictador
Leo un curioso artículo de Dani Rodrik en el que se plantea sobre el trasfondo ético en algunas de las acciones de profesores universitarios. Hablando de su propia experiencia, nos hace reflexionar sobre la actuación de profesores universitarios de Economía que asesoran (y cobran por asesorar) a dictadores, o que se reúnen con ellos para tratar de temas de Economía. Y hace este comentario:
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