Pero también, en este artículo que acaba de publicar, señala otros efectos perniciosos de los acuerdos regionales frente a los multilaterales. La idea clave: algunos acuerdos regionales buscan lograr objetivos que no son puramente comerciales. Aquí recojo algunos párrafos:
Más importante aún, los ACP son utilizados por potencias hegemónicas para endilgarles a los socios comerciales más débiles demandas no vinculadas con el comercio pero deseadas por los lobbies domésticos, por momentos de una manera marcadamente asimétrica. Así, Perú vio cómo su legislación laboral fue prácticamente reescrita por los congresistas estadounidenses en deuda con los sindicatos norteamericanos antes de que concluyera el ACP entre Estados Unidos y Perú.
De la misma manera, Claude Barfield ha documentado cómo Colombia se vio intimidada a considerar un delito (con condenas a prisión de hasta cinco años) el hecho de comprometerse en actos que “socaven el derecho a organizar y negociar colectivamente”. Colombia también debe sancionar una ley que dictamine condenas a prisión para todo aquel que “ofrezca un pacto colectivo a trabajadores no pertenecientes a sindicatos que sea superior a los términos para los trabajadores de los sindicatos”. ¿La administración estadounidense comenzará a presentar demandas penales contra el gobernador de Wisconsin y los otros muchos líderes republicanos que están haciendo precisamente lo que se está intimidando al gobierno colombiano a no hacer?
Estas extralimitaciones son típicas de lo que sucede en los ACP liderados por las potencias hegemónicas, a diferencia de la OMC, donde no se puede intimidar de esta manera a los países más fuertes como India (que solicitó a la Unión Europea quitar todas las medidas no vinculadas con el comercio del APC propuesto) y Brasil. El peligro es que la extralimitación lleve a la sociedad civil y a los votantes en los países en desarrollo democráticos a reaccionar en contra de cualquier manifestación interesada de poder hegemónico oponiéndose directamente al libre comercio, en base a la presunción de que esta apertura es poco más que un neocolonialismo.
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