Su presentación en PowerPoint está disponible aquí, y un resumen de sus conclusiones aquí. ¿Y qué concluye? Esto:
- Los recortes en el gasto público en sí mismos no van a sacar al país de la crisis, a menos que se acompañen de políticas orientadas directamente a mejorar la competitividad. Bueno, hasta aquí nada nuevo.
- Las "reformas estructurales" (que en España quieren decir reducir los costes de despido y descentralizar la negociación colectiva para que se haga a nivel de empresa) no sustituyen a las políticas para aumentar el nivel de competitividad. Incluso pueden ser negativas en el corto plazo. Aquí hay una aportación interesante, aunque a mí me deja con la miel en los labios. En la siguiente conclusión concreta más.
- No hay soluciones fáciles para el problema de la competitividad en España. Pero la menos mala de las soluciones -a la vista de lo que conocemos que ha pasado durante otras crisis de otros países- es generar en la economía un descenso en los salarios nominales -a algo me suena esto, soy funcionario- y en los precios de los servicios (servicios públicos como la electricidad, agua, gas,...; la negrita es mía, porque esto es una concreción para mí novedosa) a través de un pacto social. La idea es que ello llevaría a impulsar la demanda exterior y las exportaciones deberían ser las que tiraran de la economía española y generaran empleo. Pero, como Rodrik indica, esto no se hace en dos días, ni en dos meses, ¿ni en dos años?.
- Dice ¿fácil? No. ¿Hay otra alternativa práctica a un largo periodo de recesión y alto desempleo? Probablemente no. España podría salir de la eurozona y devaluar su propia moneda, pero la aspereza e incertidumbre de esa medida en el corto plazo la convierte en inaplicable.