Hace unos meses Dani Rodrik nos mostró en su blog un debate muy interesante sobre el efecto que la subida de los precios de los alimentos tenía en los pobres: nos mostraba que entre "los pobres" también había ganadores, ya que entre ellos había productores de alimentos. Ahora Rodrik hace referencia a otro provocador estudio que creo que merece la pena resumir.
Se trata de un trabajo de Derek Headey, del IFPRI, en el que aborda la subida del precio de los alimentos y señala que debe estudiarse desde el equilibrio general. Esto quiere decir que los efectos de la subida de precios de los alimentos hay que estudiarla conjuntamente con otros hechos reales que han afectado a los pobres, tales como la mejora de las rentas en muchos países en desarrollo, los cambios salariales, los cambios en los precios de otros bienes, etc.
Por todo ello considera una técnica de análisis adecuada el acudir a encuestas. Y usa unas encuestas que preguntan sobre el tema de la inseguridad alimentaria antes de 2005/06 y durante la crisis alimentaria de 2007/08. La pregunta planteada es: ¿Usted o su familia han tenido problemas para acceder a una alimentaci+on suficiente en los 12 últimos meses? Pues aplicando a su estudio unas previsiones conservadoras de ciertas variables, el resultado que obtiene es que el número de hambrientos se habría reducido entre 63 y 87 millones de personas (u otras cifras negativas según los supuestos usados). Sorprendente. ¿Merece la pena creérselo?
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