"La crisis es un sueño hecho realidad para aquellos que quieren hacer dinero". Y no le preocupa el futuro de la economía. "Personalmente me da igual. Soy un operador financiero, a mi no me preocupa la crisis. Si veo una oportunidad de ganar dinero, voy a por ella. A la mayoría de los especuladores no nos preocupa cómo arreglar esta situación. Nuestro trabajo es ganar dinero con esto".
Va mucho más allá. Poco más de tres minutos le dan para predecir el hundimiento del euro, de la Bolsa, vaticinar que millones de pequeños ahorradores perderán sus ahorros. Hace un diagnóstico de la situación muy pesimista: "Los mercados y los fondos de inversión no creen en el plan de rescate. Ellos saben que el mercado está quemado, finiquitado, y no les importa el euro". Y concluye: "Esta crisis económica es como un cáncer. Si te limitas a esperar pensando que va a pasar, seguirá creciendo como un cáncer y entonces será demasiado tarde. Lo que aconsejo a todo el mundo es que se prepare. No es el momento de hacerse ilusiones: los Gobiernos no van a arreglar nada. Los Gobiernos no dirigen el mundo, lo dirige Goldman Sachs y a éste no le importa este rescate. Mi consejo es que la gente proteja lo que tenga porque en un año millones de personas perderán sus ahorros".
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Indignado con los especuladores
Leo esto en el Cinco Días, y me indigno. ¿Somos humanos o qué somos? Me gusta el comercio internacional, y las finanzas internacionales siempre me han parecido que conllevan algo "especial" que no refleja el premio (o la justa retribución) al esfuerzo humano. Realmente ésta es una sospecha que me hace apreciar poco el mundo de las finanzas. ¿Por qué no se ponen de una vez de acuerdo los gobiernos en fijar unas normas al sistema financiero? ¿Por qué?
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