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Los precios del plátano se han desplomado en las últimas semanas, y Puentes Quincenal nos da un ejemplo de cómo Ecuador está abordando el problema. El plátano (o banano) es un cultivo clave en la economía ecuatoriana y por ello los políticos se sienten en la obligación de actuar. Por lo que dice el texto, la caída de precios se ha generado por un aumento de la oferta. Y ahora se trata de atajar con un aumento de la demanda. No parece un situación sostenible. Un resumen de la intervención pública:

Después de tres semanas de caída en precio y volumen de las exportaciones bananeras, el gobierno del presidente Correa declaró el estado de emergencia. La principal medida a implementarse es la compra en finca de racimos de bananos a un precio de US$ 2.

Los recursos a utilizar provienen de las retenciones de 0,7% que se aplican sobre el valor de cada caja de banano exportada. “Estos dineros servirán para comprar los excedentes de banano que no se puede vender en el mundo”, indicó el ministro Vera.

La totalidad del producto adquirido por el Ministerio de Agricultura y Ganadería será utilizado como parte de su programa de alimentación para ganado. Una vez que el ministerio distribuya la fruta en los centros de acopio y que la misma sea entregada a los ganaderos, al productor se le dará un corte, guía de remisión y factura, con los cuales se deberá acercar al Banco Nacional de Fomento (BNF) para recibir el valor de cada racimo vendido, lo que aplicará para los productores que posean hasta 25 hectáreas cultivadas que no hayan suscrito contratos de compra y venta de la fruta.


El panorama tan crítico que está experimentando el sector da testimonio del incremento de la producción mundial de banano. En el caso del Ecuador, de junio 2010 a junio 2011 la producción aumentó de 140 millones a 152 millones de cajas, y es precisamente este crecimiento lo que provocó la caída de los precios.