Estos días estoy explicando en clase "el problema de la transferencia". Se trata de ver los efectos que tiene sobre el bienestar de un país el hecho de que ese país entregue una transferencia de renta a otro país, esto es, que done dinero.
El ejemplo clásico que citamos es un famoso debate que tuvieron John Maynard Keynes y Bertil Ohlin a finales de los años 20 cuando polemizaron intelectualmente sobre los verdaderos efectos de los pagos de guerra exigidos por las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial a Alemania (a fin de cuentas, estos pagos son una transferencia).
Keynes (británico y nada sospechoso de germanofilia) sostenía que los pagos exigidios suponían una enorme carga para Alemania, superior al mero valor numérico de los pagos de las reparaciones de guerra (debido al presumible deterioro de la relación de intercambio). Ohlin decía que no era para tanto porque creía que la relación de intercambio no variaría. Y ambos daban argumentos correctos en teoría. Lo que se suele concluir es que parece que Keynes podría estar más cerca de la verdad, pero como Alemania dejó de pagar con Hitler en el poder, no se pudo estudiar mucho el tema.
Sin embargo, ha sido hace pocos meses cuando Alemania terminó de saldar sus deudas de la Primera Guerra Mundial. La noticia indica que "al cambio actual, Alemania habrá pagado en total unos 337.000 millones de euros." Casi nada.
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