jueves, 24 de marzo de 2011

La calidad de las exportaciones

Desde hace unos meses Guillermo de la Dehesa se pregunta el por qué de un hecho: la cuota de mercado de las exportaciones españolas se ha defendido relativamente bien en los mercados mundiales en la última década, incluyendo estos últimos turbulentos tiempos. Una de sus hipótesis (ver aquí y aquí) se centra en destacar que la calidad de lo exportado por España hace que nuestras exportaciones no sean fácilmente sustituibles por otras procedentes de otros países.

Pol Antràs está dándole vueltas también a este hecho, pero las investigaciones que está llevando a cabo tampoco ofrecen una respuestas muy clara (ver aquí y aquí). Quizá la intuición de Guillermo de la Dehesa no esté nada mal encaminada. De hecho, hace pocos días Julien Martin e Isabelle Méjean mostraban cómo las exportaciones francesas habían reaccionado a la competencia de los países con bajos salarios a a través de un aumento de su calidad. Quizá ellos hayan dado con buenos indicadores. Algo similar deducen Nicholas Bloom, Mirko Draca y J.M. Van Reenen que encuentran evidencia de cómo las importaciones procedentes de China han estimulado la I+D europea.

Pero el tema de la calidad y los indicadores no es algo banal. Chi-Hung Liao acaba de publicar un trabajo en el que muestra la dificultad de medir esta calidad de las exportaciones, y por ello estudia varios índices. Al analizar al sector del automóvil, y agrupando la producción por países, obtiene para tres indicadores diferentes ránkings según el indicador usado. La tabla adjunta nos ordena los coches producidos en 6 países según la calidad, siendo la primera columna "la verdadera" y las otras dos columnas otras formas de medir la calidad entre las que el autor propone como mejor la segunda (haz clic en la figura para agrandarla):


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