Hoy la entrada es un poco friki.
En los últimos tiempos estamos dedicando en la familia algunas tardes lluviosas de domingo a ver las películas de la serie de "La Guerrra de las Galaxias". Mis hijos están entusiasmados, y yo también me lo paso muy bien. Ya hemos visto los capítulos IV, V y VI. Este domingo pasado vimos el capítulo I, "La amenaza fantasma", siguiendo el orden en el que salieron a las pantallas. Yo no la había visto. El comienzo es espectacular para un profesor de comercio internacional: ¡el origen del conflicto está en un problema vinculado al comercio interplanetario!
Resulta que hay una disputa sobre quién se queda con los impuestos vinculados a la circulación interplanetaria de mercancías. Interpreto yo que son los aranceles (alguien podría pensar en IVA, ciertamente, pero yo prefiero pensar en términos de comercio internacional). En el transfondo de esta película (y del resto de las de la serie) está la lucha entre el bien y el mal. Y en este capítulo I los malos-malísimos son la Federación de Comercio cuyos representantes son los de la foto adjunta, que amenazan con un embargo comercial y luego con violencia al planeta Naboo. No parece muy arriesgado decir que a George Lucas no le hace mucha gracia la OMC, aunque supuestamente a través del ADPIC le intenta proteger del pirateo de sus obras. El ADPIC es el Acuerdo
de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual
relacionados con el Comercio (TRIPS en inglés).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
yo soy tu padre antonio!!!
Publicar un comentario