El argumento para justificar impuestos sobre bienes importados es proteger a un sector (o a varios) por diversas cuestiones por ejemplo, "por el empleo que genera ese sector, que sería destruido por la competencia extranjera". Pues de esto va este reciente trabajo de Carlo Ciccarelli, Alberto Dalmazzo y Daniela Vuri.
Analizan el caso de la industria del azúcar en la Italia de finales del siglo XIX y principios del XX, y tiene su gracia. Ese es el periodo de "migración de masas" desde Europa hacia América, entre otros, de miles de italianos. Y prueban que, en la zona geográfica donde en Italia se cultivaba la remolacha, el efecto fue que los habitantes emigraron menos. Hipótesis que sostienen: la protección evitó ese éxodo similar al de otras regiones.
Estos gráficos demostrarían su hipótesis. En primer lugar, los aranceles implicaron un descenso de las importaciones (haz clic sobre las figuras para aumentarlas):
En segundo lugar, ésto provocó un aumento de la actividad del sector en Italia:
Y, por último, las tasas de emigración antes del arancel eran similares entre la zona azucarera ("treated unit") y el resto de Italia ("synthetic control unit"). Pero después del arancel las tasas de emigración de la zona azucarera se reducen significativamente respecto a las del resto de Italia:
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