Se trata de unas medidas legislativas (Inflation Reduction Act, IRA) de la Administración Biden que ayudarían a la industria local automovilística de coches eléctricos y de baterías, con la vista puesta también en la lucha contra el cambio climático. Por un lado al ley ofrece unos beneficios fiscales a los vehículos y baterías que sean montados en EEUU y cumplan ciertos requisitos de contenido local en sus inputs. Parece que las más beneficiadas serían General Motors y Tesla.
¿Y por qué no se plantean los productores extranjeros ubicarse en EEUU para poder optar a esos beneficios fiscales? No les interesa ubicarse en EEUU porque ni coches ni baterías les serían rentables por ser sectores con economías de escala internas. Con el tamaño actual del mercado estadounidense indican que no les compensaría tener plantas de producción en EEUU y en sus propios países de origen (Canadá, UE, Japón,...).
La cuestión es que estos beneficios fiscales que buscan apoyar a la industria local estadounidense se ven desde fuera (y desde dentro) como una práctica proteccionista, porque la norma no permite que los bienes subsidiados sean fabricados en el extranjero con componentes de EEUU. Por eso Macron le dijo la semana pasada a Biden: “perhaps fix your issue but you will increase my problem.”
1 comentario:
La lucha contra el cambio climático como escusa para todo.
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