Uno de los múltiples obstáculos que hacen que la Ronda Doha no concluya es el tema de la liberalización del comercio internacional de servicios. En una nota que se acaba de publicar en VoxEU, Bernard Hoekman y Aaditya Mattoo incluyen un panel clarificador. Ha sido hecho por investigadores del Banco Mundial y muestra, por tipo de servicios, el nivel de restricción al comercio de dichos servicios. Y todo ello por áreas geográficas. Me centraré en "los países ricos", que se agruparían en torno a la OECD (OCDE, en español):
¿Qué resultado vemos? Que en términos de liberalización financiera, de ventas al por menor y de telecomunicaciones, el nivel de globalización que asumen los países de la OCDE es muy alto. Pero se muestran especialmente restrictivos en transportes y, cómo no, en servicios profesionales. Este último sector suele caracterizarse por varios aspectos que tienden al proteccionismo: los grupos de presión corporativistas influyentes (abogados, por ejemplo), y por implicar frecuentemente la movilidad de personas (lo que implica flujos inmigratorios). Una prueba más de que en la OCDE (o a nivel mundial, donde se aprecia lo mismo) es desfavorable a la movilidad de seres humanos.
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