Todos los años les digo a mis estudiantes que si en un ejercicio de clase o de examen se encuentran atascados porque creen que hay varias soluciones posibles, pueden seguir esta estrategia: escoge la solución que pienses más verosímil, y además incluye los supuestos no explícitos en el enunciado del ejercicio que harían esa solución realmente verosímil. Pero esos suspuestos, les insisto, deben ser creíbles.
Y les pongo un ejemplo: Uno puede decir "supongo que los perros son marrones". Sabemos que hay perros de muchos colores, pero uno de los habituales es marrón. Esto, para mí, sería un supuesto simplificador creíble. Pero no puedes decir "supongo que los perros son verdes". Yo, como profesor, no aceptaría ese supuesto simplificador aunque ello permitiera al estudiante llegar a un resultado final del ejercicio verosímil. Ese supuesto no es creíble. Pues bien, esta noticia me lleva a reconsiderar mi ejemplo para el próximo cuatrimestre:
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