viernes, 14 de febrero de 2014

Globalización y desigualdad

Hace unos días colocaba una entrada en el blog sobre este tema. En estos días he leído algunas columnas de prensa del Financial Times más sobre el tema. No dejan de ser ideas sueltas, pero me parece que merece la pena reflexionar sobre el tema.

Señala Gideon Rachman que, ante situaciones de crisis, la respuesta política ("medicina") ha sido más integración, más búsqueda de crecimiento. La razóne stá en en que más crecimiento, implica más pastel para repartir y, en principio, menos desempleo y descontento sobre la marcha de la economía. Pero señala tres problemas que no responden a esa "medicina": Oriente Medio y el jihadismo, el malestar creciente en las relaciones China-Japón, y el aumento de la desigualdad en Occidente.

Martin Wolf reflexiona sobre este aumento de la desigualdad en Occidente y el papel de la tecnología. Si hay muchos estudios que centran en la tecnología la causa principal (no única) de este aumento de la desigualdad. Y en Occidente muchos estamos preocupados e indignados con este aumento de la desigualdad que no responde a nuestra noción de "justicia". Baja la calidad de vida de la población (por ejemplo, la esperanza de vida de la mujeres blancas estadounidenses sin el bachillerato ha caído 5 años entre 1990 y 2008), las oportunidades para los jóvenes se reducen (¡qué vamos a decir en España!), y la población de nivel de renta más alto es indiferente (son ya muchos los que avisan que no ha cambiado nada en los incentivos de los directivos financieros; la avaricia sigue siendo la guía). Se pregunta Wolf: ¿Cuál es el ideal de ciudadanía democrática?

Siguiendo con el tema, Martin Wolf señala de cerca al papel del sector financiero en el aumento de la desigualdad, junto con varias hipótesis sobre el papel que ha tenido la tecnología en la historia. Los ciudadanos se siente peor ¿Soluciones? Aporta varias (relativamente vagas) sugerentes ideas:
  1. La tecnología trae cosas buenas y malas (por ejemplo, pérdida de empleo no cualificado). Hay que controlar las malas.
  2. La educación no es una varita mágica porque no sabemos cuál será el tipo de formación que vaya a ser necesaria dentro de 20 años.
  3. El papel del ocio.
  4. El importante papel de la redistribución de la renta llevada a cabo por el Estado: recaudar impuestos para dar transferencias. Y señala un punto relevante: si el Estado es el garantizados de la protección de la propiedad intelectual, ¿por qué no merece una retribución por ello?
  5. Evitar el descenso en los niveles de empleo.
Y termina con esta reflexión:
The rise of intelligent machines is a moment in history. It will change many things, including our economy. But their potential is clear: they will make it possible for human beings to live far better lives. Whether they end up doing so depends on how the gains are produced and distributed. It is possible that the ultimate result will be a tiny minority of huge winners and a vast number of losers. But such an outcome would be a choice not a destiny. A form of techno-feudalism is unnecessary. Above all, technology itself does not dictate the outcomes. Economic and political institutions do. If the ones we have do not give the results we want, we must change them.

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