Turquía puede ser un buen ejemplo de país que está entre las llamadas economías emergentes y entre los países en los que la inestabilidad financiera es relativamente grande. Y como no se trata de un país de pequeña dimensión, resulta interesante observar la evolución de su política comercial con la crisis.
En un trabajo publicado por el Banco Mundial, Chad Bown repasa la política comercial turca entre 2008 y 2011. Hay de todo: a pesar de sus numerosos acuerdos multilaterales y de unión aduanera, Turquía ha aumentado aranceles que afectan a casi el 9% de sus importaciones de manufacturas, y ha aplicado barreras comerciales temporales (temporary trade barrier, TTB) sobre el 4% de sus importaciones (del tipo de medidas antidumping, claúsulas de salvaguardia).
A mí se sorprende un poco el trabajo porque, en principio, da a entender que la subida de estas (y otras medidas arancelarias) se debe a la crisis actual. Pero en el gráfico que aporta parece que la tendencia proteccionista viene de antes (haz clic sobre él para ampliarlo):
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