En estos tiempos convulsos comercialmente, surgen ejemplos de facilidad y dificultad para sustituir el suministrador o el proveedor de bienes. Por ejemplo, los EE.UU. están intentando poner todas las barreras que puede para que en China no se adquieran microprocesadores de tecnología estadounidense. Y China, a su vez, ha buscado alternativas a sus inmensas demandas de soja. Ha reducido las compras a los EE.UU., y las han sustituido por compras a Argentina. El gráfico adjunto elaborado por el CSIS (haz clic sobre él para aumentarlo) nos muestra el bajón en las importaciones chinas de soja estadounidense, aunque China se había comprometido a comprar mucho más. La semana pasada acordaron con los americanos una pequeña tregua y algo les van a comprar. China, parece, no tiene miedo de enfrentarse a EE.UU., entre otras cosas porque ha encontrado soja sustituta en Argentina. ¿Dónde encontrarán los agricultores norteamericanos clientes sustitutos de los de China?
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