Acaban de publicar Alberto Alesina, Yann Algan, Pierre Cahuc y Paola Giuliano un documento de trabajo en el que vinculan la falta de movilidad de las personas a la importancia que estas personas dan a estar con la propia familia. Todo ello viéndolo desde la perspectiva del mercado de trabajo. Esto es interesante para el caso español al que en las últimas décadas, cuando las tasas de paro eran (y son) elevadas, se le achacaba que las personas preferían estar desempleadas en su ciudades, antes que emigrar a otras ciudades, regiones o países. Las ayudas públicas a los parados, y "el colchón familiar" de apoyo son dos de las explicaciones más habituales que se dan a este fenómeno. En el documento de trabajo Alesina y compañía estudian este tema y elaboran una especie de índice para medir ese "lazo familiar".
Del trabajo destaco dos cuadros que me llaman la atención:
En este se muestra que cuanto mayores son tus lazos familiares (eje horizontal), menor es tu PIB per cápita (eje vertical). Esto sugiere que esa percepción de que se "intercambia" renta por estar con la familia puede ser cierta. Y el otro cuadro es éste:
En éste se ligan los lazos familiares medidos para el intervalo de años 1980-2000, con los lazos familiares que había antes de 1940. La relación positiva sugiere que esas ganas de estar con la familia están muy metidas en la raíces culturales de los países, al menos para los países que tenían fuertes lazos familiares antes de 1940. Y España está en este grupo (denotada en ambos cuadros como ESP).
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