Dentro de unos días daré una sesión en una asignatura del área de Ingenieros Agrónomos de la universidad. Tengo pensado hablar, en el marco del comercio internacional, de la evolución en los precios de los bienes básicos de alimentación. La cuestión que me gustaría transmitir es que los cambios en estos precios tienen muchas implicaciones. Veamos brevemente una de ellas.
Si sube el precio de los alimentos básicos (como ha ocurrido en fechas recientes), muchas familias se ven afectadas. Y en el plano de "consumidores" hay muchas familias que gastan una parte importante de su renta en estos alimentos que son bienes necesarios, que no pueden dejar de comprar. Pero, ¿qué sucede si ya antes de que los precios subieran, las familias gastaban la parte mayoritaria de su renta en estos bienes? Pues que tienen un problema que en algunos casos se pueden convertir en subalimentación e inlcuso hambre. El Banco Mundial ofrece estos datos (ver la ultima columna):
Esto indica que más del 60% de sus rentas se las gastan en alimentos. ¿Y nosotros? Juan y Roberto Escuder analizan la metodología de estimación del IPC en los últimos 70 años en España. Y los pesos o ponderaciones de los tipos de bienes vendrían a representar la típica cesta de la compra de una familia media española. Esto es:
Conclusión: a nosotros la subida de los precios de los alimentos nos afecta poco porque gastamos menos de un 30% de nuestro gasto corriente en bienes alimenticios. Otra cosa son los países en desarrollo o nuestra situación en 1936...
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