Buscando algún ejemplo para clase, encontré este curioso caso de comercio internacional de mariposas. Lo explican en detalle Iza Lejárraga y Peter Walkenhorst en el libro Breaking into new markets, que hace poco llegó a la biblioteca de la universidad.
Desde la década de los años 80, en Costa Rica, se ha desarrollado una importante industria del turismo de naturaleza. Las exhibiciones de mariposas se han convertido en algo común, pero la venta de mariposas vivas a los turistas era compleja, por motivos conservacionistas y de transporte. Y allí surge la imaginación...
Una crisálida tarda treinta días en convertirse en mariposa. Y ese periodo es tiempo suficiente para poner la crisálida en un paquete y que cuando llegue a su destino todavía no se haya convertido en mariposa. Con precios que oscilan entre 1.75$ y 200$ por crisálida, 115 granjas de mariposas exportan a más de 20 países estos animalitos. Aquí está un ejemplo (vinculado a la foto).
¿Han imitado sus países vecinos este peculiar mercado? Nicaragua y Panamá (que curiosamente quiere decir "abundancia de mariposas") no lo han hecho. Un motivo parece que estaría en que a estos dos países no acuden turistas que buscan la naturaleza, que son los compradores habituales. Y además los habitantes locales no compran estos productos. Y otro motivo estaría en la temperatura, que en Costa Rica es la óptima para estas granjas, mientras que en los otros países habría que gastar energía para alcanzar la temperatura idónea, aumentando los costes a niveles no competitivos.
viernes, 30 de julio de 2010
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