Vía Mankiw, una historia curiosa.
Un programador informático americano, que cobraba 250.000$ anuales en su empresa es descubierto haciendo algo similar al outsourcing de su propio trabajo. Subcontrataba lo que su empresa le encargaba a una empresa de China a la que le pagaba 50.000$. Y en el tiempo de trabajo se dedicaba a navegar por internet y las redes sociales.
Fue descubierto porque su empresa efectuó controles anti-hackers y comprobó que durante la jornada laboral alguien utilizaba el PIN de seguridad del programador para entrar en el sistema informático de la empresa. Y lo hacía desde Shenyang, una ciudad en la Manchuria china.
El trabajador americano fue despedido, pero su empresa reconoció que era el mejor programador de la empresa. Los de Manchuria eran los buenos programadores...
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