Con toda lógica, aquí estamos preocupados por cómo el Brexit nos va a afectar al resto de la UE y a los británicos. Pero también el resto del mundo se va a ver afectado. Un ejemplo nos lo da aquí el Financial Times.
La cuestión está en las cuotas a la importación que la UE tiene establecidas respecto a productos agrícolas de terceros países. Supongamos que la limitación que fija hoy la UE es que entren100 unidades de bienes agrícolas importados a un arancel del 5%. Y que cuando se alcancen importaciones superiores a 100. el arancel pasa al 20%. Con el Bréxit, ¿qué parte de esas 100 corresponderían al Reino Unido y qué parte al resto de la UE? Lógicamente, a los países exportadores les interesa que se mantenga ese 100 para el "resto de la UE", y que el Reino Unido fije otro límite. Es la forma de aumentar más sus ventas. Pero parece que el Reino Unido no desea esa opción porque aumentaría la competencia extranjera sobre su sector agrícola.
Países como EE.UU., Nueva Zelanda, Argentina o Brasil están presionando en la OMC para favorecer a sus industrias agrarias en este caso del Brexit. Y juegan la baza de que, de acuerdo a las reglas de la OMC, el resto de países no puede verse perjudicado por un cambio en las relaciones entre el Reino Unido y el resto de la UE.
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