Toca en estos días explicar los instrumentos de política comercial. Un buen ejemplo actual es la medida de restricciones voluntarias a la exportación que ha tenido que tomar el gobierno de Corea del Sur en relación a sus exportaciones de acero a EEUU. Nos explica Ann Krueger aquí cómo funciona.
Resulta que EEUU lleva impuesto desde marzo un arancel del 25% sobre el acero importado. Para que el arancel no afecte al acero coreano, los estadounidenses han puesto varios requisitos a los coreanos. Uno de ellos es que Corea autolimite sus exportaciones al 70% de lo que exportó de media entre 2015 y 2017.
Por tanto, el gobierno coreano deberá distribuir los permisos de exportación entre las empresas de su país para que no se sobrepasen esos límites, y los aduaneros de EEUU tendrán que comprobar en la frontera lo mismo. O sea, que además del previsible aumento del precio del acero en EEUU, como carga colateral queda la nueva burocracia que el cumplimiento de la restricción fija.
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