El espionaje industrial siempre ha estado presente, pero ahora nos encontramos con un caso muy interesante en el que se lleva a los tribunales a un estado: China.
Resulta que una empresa de EEUU había trabajado en un producto de acero cuyo desarrollo tecnológico le había supuesto más de 10 años de investigación. Esta empresa recibe un ataque informático en 2010 que le lleva a sufrir el robo de la información relativa a dicho producto. En menos de dos años aparece en China una empresa que ha desarrollado el mismo producto, y que favorece además a la industria del acero de China. Sospecha que el propio gobierno chino está detrás del robo de información.
La empresa de EEUU se ha quejado ante las autoridades de su propio país, que analizan el caso. Veremos en qué acaba todo. Ya no es sólo una discusión entre empresas, si no entre gobiernos. Y vaya gobiernos.
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