Para que empezara a funcionar este curso, me ha tocado diseñar un Plan de Mentoría para la universidad. Ya está en marcha. Tenemos un número razonable de mentores, mentoras y de mentorizados.
Se trata de que estudiantes veteranos acompañen durante unos meses a estudiantes de 1º, asesorándoles en temas administrativos y académicos de la universidad. El objetivo, además del desarrollo de competencias para los mentores, es que los estudiantes de 1º mejoren en su encaje en la universidad.
Pues me llegan noticias de un documento de trabajo que se acaban de publicar Philip Oreopoulos y Uros Petronijevic. Analizan el caso de más de 4000 estudiantes en una universidad canadiense (o sea, distinta a nosotros en muchísimas cosas). En el trabajo se estudia el efecto de los mentores de cursos superiores sobre las notas de los mentorizados, y se compara con otra medidas de coaching: (1) que los estudiantes de 1º tengan que hacer on-line unas actividades de orientación y (2) mandarles información académica y administrativa por e-mail.
Estas dos últimas medidas no generan cambios significativos en las notas de los estudiantes. La mentorización lleva a que los estudiantes mentorizados mejoren ligeramente sus notas: "a 0.3 standard deviation increase in average grades and a 0.35 standard deviation increase in GPA.”
O sea, que es evidencia empírica ¿sólida? de que la mentorización puede tener un efecto positivo sobre las notas. Mejor que los apoyos vía internet. Parece que vamos bien encaminados.
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